sábado, 12 de septiembre de 2009

Las cartas olvidadas.

Dormir en aquella habitación siempre había evocado en mí sentimientos muy profundos, no era una gran estancia, más bien pequeña y desde luego bastante austera, pero el hecho de que la gran chimenea cortase una de sus esquinas y que por la pequeña ventana se pudiese ver tanto el hórreo como la cruz de piedra que marcaba el linde con lo desconocido me hacían sentir como un ser mágico cuando al visitar a mis abuelos me acomodaban allí por las noches. Recuerdo con intensidad el olor de las viejas sábanas de la cama, con sus colchas de gruesa lana y sus edredones de lino, veo aún en mis recuerdos al viejo moro, nuestro fiel perro que a sabiendas de mi presencia se pasaba la noche tumbado sobre su caseta mirando por la ventana como guardia y custodio de mis desvelos. Ahora todo es más viejo y ya no están las personas que dieron calor a mi vieja casa familiar, pero yo regreso siempre que puedo y me sigo acomodando en mi pequeña habitación de la chimenea. Siempre llueve cuando decido volver, me gusta evocar mis recuerdos con el repiqueteo de las gotas de lluvia sobre la ventana y si hay suerte y sopla fuerte el viento, escuchar el run run de los viejos árboles que rodean la casa. En ocasiones siento una profunda tristeza en lo que queda de mi ser y la soledad me abruma, sé que mis parientes descansan seguros en algún lugar al que yo renuncié a viajar en el futuro y eso me reconforta un poco, mi destino se selló aquella noche de verano, cuando despechado por amor rasgué mi alma que prendió colgada por una soga al cuello, ahí rompí los sueños, los míos y los de mi familia. Ahora vago de aquí para allá sin sentido, acompañados por otros como yo en busca de quienes quieran leer estas cartas olvidadas y abrirme así sus mentes débiles en las cuales introducirme, porque este escalofrío helado que recorre tu cuerpo ahora es mi presencia a tu lado y he venido para quedarme un rato, los muertos atormentados no tenemos mejor cosa que hacer y tu miedo es ahora mi compañía.

Mareaxe.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Los cachorros de Pozuelo.

Vivimos tiempos realmente sorprendentes. Sobre los hechos acecidos días atrás en Pozuelo de Alarcón (Madrid) solo puedo añadir un caso que refleja hasta qué punto este país se ha convertido en una cloaca de los valores más importantes. El periódico llamado Público me censura este comentario que como podéis leer es altamente peligroso, pero no obstante permite otros que caminan en una línea más o menos igual, eso sí, yo cometo como podéis leer el pecado de comparar a los hijos de papá con los cachorros de ETA, craso error, en este país nada es tan molesto como ciertas verdades. En el País Vasco los jóvenes que cometen este tipo de actos vandálicos son delincuentes peligrosos, en el resto de España a tenor de la censura de Público y la condena judicial, solo unos pobres muchachos con un par de litronas de más.
Comentario censurado:

Vivimos en tiempos realmente sorprendentes, sobre los hechos acaecidos
Si aplicamos el principio constitucional de que todos los españoles somos iguales ante la ley, a estos señoritos cabría aplicarles las mismas penas que a los cachorros de ETA que queman contenedores etc, pero claro, los desgraciados del País Vasco no se encuentran con la fortuna de ser nietos de un marqués, ni que sus papás sean personas de bien de las de toda la vida, por lo tanto, los destrozos los pagaremos a escote, los policías brutalmente agredidos tendrán que pedir perdón a tan insignes jovenzuelos por el atrevimiento de interrumpirles la fiesta y Rajoy hablando de recuperar el Ud en las aulas. De verdad que este país es de pena.

Otros comentarios más acordes al palurdismo de este periódico:

· Me imagino cómo deben sentirse los policías heridos graves y sus compañeros comprobando que su vida vale tanto como unos cuantos fines de semana de esa pandilla de vándalos. Es verdaderamente obsceno que encima de las heridas, tengan que soportar tamaña aberración moral. Esto parece el mundo al revés. MI SOLIDARIDAD PARA CON ELLOS
· Pues el mensaje que lanza el juez, creo que jueza en este caso, a los jóvenes de Pozuelo es alto y claro, el vandalismo urbano sale gratis para quien lo comete, que ya pagaran los demás sus destrozos. No sé en qué noticias decían que en la vergüenza de verse señalados por sus compañeros llevan la condena ... y yo que me los imagino mas de risas y vacilando de lo chulitos que son ...

Mareaxe.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Historias de verdades verdaderas de Galicia y +

Decididamente he tomado la decisión de no morirme nunca, me produce hastío pensar que pasaré el resto de la eternidad vagando por ahí de un lado para otro con una cadena al cuello asustando a las viejas y a los niños, definitivamente no, la muerte para quien la quiera.- ¡Pero Pepiño, si la muerte es lo mejor de todo!- ¿no me digas?- Hombre, ¿no pensarás pasar todo el tiempo vivo dando por saco de aquí para allá sin pegar palo al agua? Eso sería incluso peor que lo de la muerte y la cofradía de la santa compaña, porque una servidora ya sabe que todos nos moriremos algún día que si no… -¿Que si no qué?- Nada, nada, que dios se apiade de quien tenga que soportar sobre sus hombros semejante rueda de molino, pero yo por si las moscas le encenderé a San Eustaquio una vela para que no permita que te aguante para los restos, que no está una para tantas tonterías. –Pues nada mujer, tú muérete cuando quieras, yo aguardaré a mejores tiempos si es que decido que algún día me llegue la hora, por lo de pronto tráeme otro vasito de aguardiente, que este frío no hay ni vivo ni muerto que lo aguante…

Mareaxe...