sábado, 7 de marzo de 2009

Tributo a un blog maravilloso.

Hoy quiero dedicar esta entrada a escribir sobre un blog que personalmente me encanta. Se trata de LAS HORAS TRANQUILAS. Un blog excepcional y no por los artilugios que lo adornan, sino por los textos de un auténtico maestro de la escritura.
Pocas veces tenemos la oportunidad de encontrar a un escritor tan joven y con tanto derroche de talento, talento que además utiliza con una versatilidad que para sí quisieran muchos, entre los que me incluyo.
El blog es de un amigo cibernético. De un Compostelán de nombre Javier. De un gallego que a mi parecer sigue ya los pasos de otros ilustres de las letras Gallegas y no exagero.
Creo que estamos ante un auténtico escritor que domina los estilos, que tiene auténtica clarividencia y uso de las palabras. Sea en prosa o en verso, sea teatro o ensayo, Javier expresa con precisión de auténtico cirujano y recubre además su obra de una belleza poética excepcional.
Dice el gran maestro Arturo Pérez Reverte aquello de; sujeto, verbo y predicado. Leer algo de este joven escritor y comprenderéis que esta expresión cobra más sentido si cabe.
Todo mi apoyo pues para este blog y su autor y gracias . Gracias por regalarnos tu talento, tu sinceridad y frescura.
Gracias Javier.

4 comentarios:

  1. Respecto a tu comentario privado -que por supuesto no publicaré- solo puedo decir que estoy muy de acuerdo en todo lo que dices.

    Cierto que hoy, quien crea algo forzosamente tiene que lidiar con los críticos. Y crítico, en estos tiempos populares, lo pretende ser cualquiera. Así, nos encontramos con espacios que son simples espejos de vanidad: escaparates sociales (la representación más clara son los famosos fotologs) que raramente tienen un cometido artístico, y si lo tienen se diluyen entre la masa sin ningún ruido, y nada se acaba sacando en claro. Internet es por ello un gran útil, pero nada más que eso. No conseguirá sustituir a la vida, ni al criterio real.

    En este sentido no deja de asustarme la fiebre por lo virtual que padecemos: el propósito de reducir el mundo a una pantalla. De fascinar a la gente por ella. Que se recluyan en las apariencias y en lo falso, obviando el componente humano. Tengo sed de humanidad, una sed terrible. Hoy por hoy, una simple acuarela, pintada con mimo por manos humanas, me emociona más que cualquier aberración del pothoshop

    Por desgracia –y siempre lo digo- por mis circunstancias generacionales, y si quiero dar a conocer mi obra, no me queda otra opción que crear un Blog Y ahí está “La horas tranquilas” al igual que “Pensamientos Compostelanos” Son sitios donde puedo expresarme libremente, pero también donde puedo ser linchado libremente sin ningún tipo de piedad: internet es algo cruel, muy cruel, sino se maneja bien. Ahora y en el futuro, efectivamente, tendré que lidiar con los “opinadores populares” (pues no es lo mismo “criterio” que “opinión”), porque es lo que me ha tocado vivir (en otro tiempo eran los críticos conservadores, que se asustaban ante cualquier innovación), pero espero no dejarme arrastrar nunca por ellos. Al ser Internet un medio escrito, es difícil calibrar el tono con el que se dicen las cosas (a veces uno pude trasmitir una sentencia de forma excesivamente seria, a mi me pasa mucho eso. Al escribir me vuelvo sombrío. En la realidad soy alegre, jovial y gamberro), pero los tomaré como una añadidura, un run run de fondo. Halagos y críticas que caen en el vacío, que viven como pompas de jabón. Si alguien de verdad dice admirar lo que hago lo acaba demostrando. Es tu caso por ejemplo. Tu insistencia, tu fiel seguimiento de mis entradas, me hace suponer (aunque nunca lo puedo tener seguro, porque no te conozco) que de verdad tienes un aprecio por mi sitio. Aunque claro, al fin y al cabo, no te conozco y solo puedo agradecerte tu reconocimiento hacia mi obra (En mi opinión, inmerecido. Aun quedan muchos huecos por llenas en mis páginas. Mi obsesión por experimentar y arriesgar me lleva a no tener una dirección fija. Tal vez un día de estos me pierda y nunca vuelva) Y ese es el problema, la indistinción en la red entre un verdadero admirador; un verdadero crítico; un verdadero pensador; un verdadero artista y cualquier otro individuo. Para Internet, todos somos iguales. Y eso se puede extrapolar: para el sistema, hoy por hoy, todos somos iguales. ¿Y el que abandona el rebaño? Pam, Pam

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  2. Estoy de acuerdo on tu post: no sólo las palabras de Javier son muy buenas sino que además sirven para conocer amigos. Gracias por tu comentario!!se agradece mucho. un abrazo

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  3. Estoy de acuerdo, no sólo Javier tiene un buen manejo de la palabras sino que además su blog sirve para hacer amigos. Gracias por tu comentario, se agradece que alguien con mucho criterio para la escritura valore positivamente mi poema. mil gracias.

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  4. Para allá me voy... no quiero dejar pasar la oportunidad de leerlo y disfrutar.

    Muchísimas gracias :D

    Un beso grande.

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