Me duele.
Y la carne abrasada lucha inerte
y el alma se desborda en su auxilio,
y al final la metástasis
que libera el peso de la asfixia,
y me muero,
y la liberación llega para conceder
sentido a mi yo totalmente inexistente,
pero el hueco que dejo en tu mirada
y los latidos de tu corazón delatan
que hubo cuerpo en mi presente ya moribundo.
Entonces fui...
y tu dolor lo siento como mío
presente en tus lágrimas.
Mareaxe
No entiendo bien... y lo que creo entender, no me gusta.
ResponderEliminar¿Va todo bien?
Un beso gigante...
Intuyo un gran dolor
ResponderEliminaren tu poema,
deseo que la luz
ilumine horizontes
de penumbra.
Un abrazo muy grande.