Decididamente he tomado la decisión de no morirme nunca, me produce hastío pensar que pasaré el resto de la eternidad vagando por ahí de un lado para otro con una cadena al cuello asustando a las viejas y a los niños, definitivamente no, la muerte para quien la quiera.- ¡Pero Pepiño, si la muerte es lo mejor de todo!- ¿no me digas?- Hombre, ¿no pensarás pasar todo el tiempo vivo dando por saco de aquí para allá sin pegar palo al agua? Eso sería incluso peor que lo de la muerte y la cofradía de la santa compaña, porque una servidora ya sabe que todos nos moriremos algún día que si no… -¿Que si no qué?- Nada, nada, que dios se apiade de quien tenga que soportar sobre sus hombros semejante rueda de molino, pero yo por si las moscas le encenderé a San Eustaquio una vela para que no permita que te aguante para los restos, que no está una para tantas tonterías. –Pues nada mujer, tú muérete cuando quieras, yo aguardaré a mejores tiempos si es que decido que algún día me llegue la hora, por lo de pronto tráeme otro vasito de aguardiente, que este frío no hay ni vivo ni muerto que lo aguante…
Mareaxe...
Precioso relato!!
ResponderEliminarMoi tipical galician!
bicosss
jijiji
ResponderEliminarsólo imaginarme que cierta gente no muriera nunca....uffffff qué mieditoooooo
Biquiños !!!
El orujo alarga la existencia.... demostrao... un beso.
ResponderEliminarUn gusto leerte,
ResponderEliminarse agradece el
buen humor.
Biquiños
Quedo agradecido por todos vuestros comentarios, ultimamente tenía este rincón un poco apartado de mis pensamientos, pero soy gallego y eso infunde un cierto aquel que no se yo, ya sabéis, tal vez sí o tal vez no.
ResponderEliminar