miércoles, 21 de enero de 2009

Jardín

¡Jardín!
¿Por qué te has aposentado aquí, ante mis ojos?
¿ Acaso no puedes ver mi dolor de verte?
¿Acaso so sientes la herida que en mi corazón deja tu aroma?
Anhelas sin duda de mi cuerpo el brillo de mis ojos,
La frescura de mi alma…
¡Pero no seré yo de ti, más que la rosa cortada!
Y sangrando llorarás las espinas,
Y las espinas serán lanzas,
Y las lanzas tornarán al cielo clamando por mi venganza.
¡Jardín!
¿Por qué te has aposentado aquí, ante mis ojos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario