jueves, 15 de enero de 2009

El Serenatero.


El serenatero gustaba de enseñar equilibrios a las cabras. Solía hacerlo después del mediodía, cuando todos descansaban y la tranquilidad favorecía la correcta atención de sus pupilas. Soñaba desde la primera vez que vio entrar al circo por las calles del pueblo, en ser el mayor domador de la historia, no importaría a qué fieras tuviese que enfrentarse, él las domaría a todas y su número pasaría a la historia, ya se imaginaba su nombre en grandes carteles; “El Serenatero, el gran domador del circo y sus temibles fieras….” Pero todos los días, a la misma hora, los animales dejaban de prestarle atención y corrían a la cerca del establo, se sabían la llegada del pastor y felices brincaban en pos de la libertad, entonces, nuestro domador agachaba la cabeza derrotado y se disponía en la primera fila del rebaño, quería ser el primero en saborear las mejores hiervas y aparcar hasta el día siguiente su sueño circense, al fin y al cabo, él era el macho cabrío y los sueños son cosa de hombres…
Mareaxe.

4 comentarios:

  1. Hola amigo! Muchas gracias por tu apoyo y afecto, eres un amor. Que bello animal, tienes puesto en la entrada.

    Besitos

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  2. Te saludo afectuosamente desde Chile,
    que tengas un excelente año..por aqui andaré visitandote a menudo...

    Cariños

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  3. ay, que pena que me ha dado el pobre animal...seguiras la historia?...dejalo soñar...
    ¿esta comprobado cientificamente que no pueden? jajajajaja sería muy triste.
    Un besote :)

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  4. Gracias por perder el tiempo en mi blog. En cuanto pueda seguiré con la historia y me alegra mucho que internet nos brinde la posibilidad de estar en comunicación con personas de todas las latitudes, es fantástico.

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