jueves, 11 de diciembre de 2008

¿Será que son cabras y tiran al monte?


Ayer publiqué un escrito de denuncia en contra de un medio de comunicación llamado Público, y hoy me veo un poco en la obligación de ahondar si cabe, un poco más en el asunto de la censura y la ética periodística de este rotativo. Si bien en sus inicios me pareció un periódico con ciertas posibilidades, que nacía con vocación libre, sin ataduras a los poderes de los grandes grupos mediáticos, con ideas frescas y personal joven y con ganas de agradar, hoy debo decir que, poco más de un año después de su presencia en la vida de todos nosotros, este medio carece de toda ética y respeto hacia los que se supone son sus lectores, eso sin hablar de la falta de rigor en sus informaciones, el descarado partidismo de muchos de los firmantes de sus crónicas informativas, y la desgana o el desdén que trasmiten con su forma de hacer periodismo.
Nadie les exigió desde el principió alcanzar cotas elevadas, ni siquiera se le exigió después de un tiempo. Sabemos que la labor periodística es como en todos los ámbitos de la vida, lugar de lucha entre los más fuertes con los que aspiran a serlo, y muchos, posiblemente la mayoría fracasan en el intento, pero de ahí a convertir un medio de comunicación en un lugar de explaya miento de lo más ruin y vulgar de nuestra sociedad, media no un mundo, sino una galaxia como poco.
El periódico Público está consintiendo diariamente en su versión digital, mediante sus foros de opinión, que los más analfabetos e incultos de nuestra sociedad, silencien con sus comentarios soeces a personas que aportaban un discurso crítico pero serio, firme pero educado y por supuesto, falto de insultos y vejaciones hacia todo lo que no sea su narcisismo cloacal.
Me da lástima que esto suceda así, una vez más los resultados de ventas inmediatas pueden con el rigor y la seriedad. No solo está podrida la televisión, ahora vemos que la manzana podrida del cesto era mucha manzana. En fin, si alguno sabéis de fruta fresca, hacérmelo saber a mí también, la podredumbre me causa indigestión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario